El retoque fotográfico, es una técnica que permite obtener otra imagen modificada, ya sea para lograr una mejor calidad o más realismo, o para obtener una composición totalmente diferente que distorsione la realidad. Para llevar a cabo dicho proceso, se utilizan mayoritariamente programas informáticos.
Utilizando distintas técnicas de retoque fotográfico es bastante simple mejorar la calidad de las imágenes originales procesadas, consiguiendo así un resultado notablemente superior en calidad con respecto a la imagen original. Además también pueden conseguirse efectos impactantes o simplemente corregir diversos errores en las imágenes originales. Antes de la existencia de la fotografía en color era muy frecuente emplear acuarelas líquidas u otros pigmentos para ofrecer la imagen coloreada. También se retocaban los negativos fotográficos para eliminar imperfecciones.
Las técnicas de retoque fotográfico digital son hoy en día muy utilizadas como método de post-producción, sobre todo en ámbitos donde la imagen es lo que vende. Se da mucho su utilización en las producciones de modelaje, ya que la perfección en las modelos debe ser alcanzada a toda costa.
También se utiliza para publicidad cumpliendo una parte muy importante del trabajo final. Muchas veces nos encontramos con fotografías que son irreproducibles en la realidad solamente utilizando una cámara. Para esto se recurre al "fotomontaje" o retoque digital en donde se pueden manipular varias fotografías para crear una composición final. Hoy por hoy la tecnología permite un sin fin de propuestas gracias a los distintos software utilizados y las distintas técnicas (ilustración, CGI, 3D y más). El programa más usado en la actualidad es el Adobe Photoshop.
Cada editor fotográfico cuenta con sus propios nombres para las herramientas, así como configuración particular. Igualmente la mayoría de los distintos programas comparten las mismas herramientas básicas. Entre ellas están las de pincel, que permiten hacer trazos simulando desde acuarelas hasta aerógrafos, pasando por lápices, tiza, marcadores, etc. En el ámbito del retoque fotográfico su uso está destinado casi exclusivamente a retoques en el color de la imagen. Con herramientas como el aerógrafo se pueden hacer desaparecer las ojeras en un rostro (así como también ponerlas), correcciones en los ojos destinadas a resaltar sus características, además de otros usos. Otra herramienta es la de clonación, que permite copiar segmentos de otra imagen, o de la misma imagen, con el añadido de poder utilizarlo como un pincel más. Esta herramienta es muy útil para quitar pequeñas o grandes imperfecciones en la piel, o por ejemplo quitar a una persona de una fotografía, entre otros. También existen herramientas de recorte que permiten seleccionar solo algunas partes de las imágenes. Esta se utiliza generalmente para aplicar filtros en zonas definidas. Por ejemplo, podría seleccionarse el cielo de un paisaje solamente y cambiarle el color. Esta herramienta está muy ligada a las capas o layers.
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